Así quedó determinado por unanimidad por la legislatura cordobesa a modo de reconocimiento a uno de los relatores deportivos más importantes en la historia de la Provincia de Córdoba.
El estadio Mario Alberto Kempes es uno de los íconos de la Provincia de Córdoba. Es su escenario deportivo más importante, es el lugar donde se desarrollaron las hazañas más grandes de nuestros equipos y donde recibimos a las visitas internacionales más destacadas.
Por ello, debe su nombre a uno de los futbolistas más trascendentes del país y héroe del Mundial Argentina 1978, donde se consagró como goleador y mejor jugador.
Sus tribunas también rinden homenaje a deportistas destacados de nuestros clubes como Daniel Willington, Luis Artime, Osvaldo Ardiles y Daniel Gasparini.
El sector de prensa también lleva el nombre de un emblema cordobés en su profesión: Víctor Brizuela. Por estos días, ante el lamentable fallecimiento de Osvaldo Whebe, se determinó que las cabinas de transmisión del estadio lleven su nombre. En poco tiempo, las cabinas lucirán mejor que nunca ya que se encuentran en proceso de refacción, que incluye la restauración de su sistema sonoro, nuevas pantallas leds y refrigeración.
Las cabinas medias del estadio (que ahora llevarán el nombre del «Turco» de Río Cuarto) fueron inauguradas en 2001, en ocasión del Mundial de fútbol sub 20, ya que no estaban en el proyecto original del Chateau Carreras.
Así se decidió en la vigésima sesión virtual del 142º período de la Legislatura de la Provincia de Córdoba, presidida por el vicegobernador Manuel Calvo, donde el pleno legislativo lo aprobó por unanimidad.
De esta manera, Córdoba rinde un homenaje que perdurará en el tiempo al relator y abogado cuya muerte, acontecida el pasado 13 de agosto, enlutó no solo a la provincia sino a toda la patria deportiva.
Osvaldo “Turco” Wehbe nació en Río Cuarto el 27 de febrero de 1957, hijo de padres libaneses. A lo largo de sus 63 años de vida solo se ausentó por un largo tiempo de esa ciudad para emprender en la capital provincial la carrera de Derecho, de donde regresó al cabo de cinco años con el título de abogado.
Fue precisamente esta preferencia por el terruño la que lo llevó a rechazar ofertas de instalarse de forma permanente en Córdoba y también en Buenos Aires, lo que sin dudas hubiera redundado en una mayor visibilidad, y quizás en otra clase de rédito económico, en su carrera como relator deportivo.
Carrera que inició en LV16 Radio Río Cuarto cuando el 16 de mayo de 1979 relató su primer partido, en el que Boca Juniors, por Copa Libertadores, venció por uno a cero a Peñarol de Montevideo, hecho por el cual la Legislatura de Córdoba lo homenajeó el año pasado, al cumplir sus cuatro décadas frente al micrófono. A partir de entonces, conforme se hacían evidentes sus cualidades únicas y su prestigio iba creciendo, no le importó recorrer distancias en automóvil, en micro o en avión para cubrir partidos de fútbol además de veladas boxísticas, con la condición de cada fin de semana regresar a su ciudad para amanecer en la Río Cuarto que amaba, donde estaban sus afectos y amigos, su esposa Gladys y sus dos hijas.
Considerado el mejor relator de la Argentina, ya en LV3 Radio Córdoba -hoy Cadena 3- formó dupla con un grande del comentario como Víctor Brizuela, a quien consideraba un hermano. Fue también partenaire de José María Muñoz en Radio Rivadavia. Los últimos mundiales lo tuvieron como relator, amigo y compañero de Víctor Hugo Morales.
Wehbe tuvo además su paso por la gráfica, en publicaciones como Puntal, La Voz del Interior y Día a Día, y también en televisión. Llegó a incursionar incluso en la actuación, como actor en la película “Mochila de plomo”. Publicó dos libros, participó asimismo de la actividad gremial como abogado y fue docente de la Academia de Periodismo Deportivo.
Su partida causó profundo pesar y deja un vacío irreparable entre su familia y numerosos amigos y discípulos repartidos a lo largo de la Argentina.