El piloto de Río Tercero participó de una transmisión en vivo de la Agencia Córdoba Deportes y dejó todo tipo de definiciones. Además aseguró que ganar las 24 horas de LeMans sería el techo de su carrera.
Si se nombra a José María «Pechito» López directamente la asociación es con el automovilismo, pero el automovilismo de más alto nivel, el de elite. Muchos lo recuerdan por su frustrada llegada a la Fórmula 1, pero luego de ese bajón que lo llevó hasta pensar en dejar el automovilismo, su carrera tuvo un ascenso meteórico que a fuerza de trabajo y exigencia lo llevó a las categorías más importantes.
El piloto de Río Tercero, que actualmente se desempeña en el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC) formó parte de la serie de transmisiones en vivo que, desde la Agencia Córdoba Deportes, estamos generando para sobrellevar el período de aislamiento total, preventivo y obligatorio y dejó una serie de definiciones impactantes. Sus inicios en el automovilismo, su paso por las diferentes categorías, su máximo objetivo como profesional y hasta un posible regreso a Argentina; todo lo que dejó esta charla con «Pechito».
El cordobés actualmente se encuentra con sus padres y disfrutando de ese tiempo que no pudo tener cuando apenas era un adolescente de 14 años que fue elegido entre tres campeones argentinos de karting para quedarse en Faenza, Italia y comenzar a desarrollarse como piloto.
«Estaba en Estados Unidos y me volví justo el día que no dejaban entrar más vuelos de Europa. Teníamos pruebas el fin de semana anterior para correr las 1.000 millas de Sebring. Tengo residencia en Europa, pero uno siempre prioriza estar con la familia. Volví a Río Tercero, hice la cuarentena y los cuatro días me vine para lo de mis viejos«, contó en el arranque de la entrevista.
Los días de Pechito en cuarentena son de pleno disfrute, ya que está con su familia, pero también de duro entrenamiento. «Acá tengo la bici con el rolo, eso me ayuda mucho a mantenerme en estado. Se usa mucho en el automovilismo internacional. Aparte, todos los días tenemos que pasar un informe del peso, cómo estamos comiendo, durmiendo. Y para toda la parte de cuello y brazos hago un entrenamiento complementario«, reconoció.
Todo este entrenamiento, al que también le suma horas en un simulador de carreras, le demanda unas tres horas y media. Pero también le da espacio para darse otro de sus gustos como es la lectura. «Ya me vi el 90% de las películas y series que hay en Netflix«, agregó entre risas el multicampeón en Argentina y el Mundial de Turismo (WTCC).
Pero más allá de todo lo que vive día a día, Pechito también habló de su carrera profesional, de sus sueños y hasta dio una primicia relacionada con el Rally Mundial.
Como primera medida reconoció que: «El objetivo mío como deportista es tratar de ganar las 24 horas de LeMans. Sería tocar el techo con las manos, es por lo que siempre peleé y por lo que volví a Europa. Pasas cinco o seis horas arriba del auto, es muy exigente y me ha elevado como piloto. Sería el tope de mi carrera«.
«Mucha gente me cuestiona porque no me quedé en el WTCC y el estilo mío nunca fue ese. Yo no sabía si iba a poder seguir creciendo como piloto y sabía que competir contra (Fernando) Alonso, (Mark) Webber me iba a exigir mucho más«, remarcó.
Y esto le dio lugar para reflexionar sobre su futuro: «Después de eso, si Dios me ayuda y lo logro va a haber un quiebre en mi carrera y voy a ver de disfrutar un poco más. La exigencia y años de presión son muchos ya, son casi 30 años corriendo. Por ahí, como hace un futbolista, podré volver y ganar el campeonato de TC que se escapó por muy poco«.
Por último, también se animó de hablar de una categoría que es muy querida por el público cordobés como es el Rally Mundial. «A esto lo saben muy pocos, pero estuve muy cerca. Yo no sabía que había un auto que se podía traer. Pero Toyota Gazoo abrió un equipo acá en Córdoba y cuando les dijeron que era para mí se entusiasmaron y dieron el «ok». El auto estaba para que venga, pero justo coincidió con lo que iba a ser mi séptima fecha y estaba muy cerca de las 24 horas de LeMans así que le dieron de baja«.
«Incluso se vio la posibilidad de cambiar la fecha del rally. La puerta queda abierta, siempre y cuando no entorpezca o complique para las 24 horas de LeMans. Lo haría, pero con mucha preparación previa. Nunca fui del rally. Tengo que prepararme para conocer y entender el auto«, concluyó el hombre oriundo de Río Tercero que llevó sus condiciones y calidad por todos los rincones del mundo.
Otras definiciones de «Pechito»
Su fanatismo por Belgrano: «Soy muy hincha de Belgrano y sufro bastante. Una vez estaba en Silverstone, tenía que subirme al auto en media hora y yo estaba viendo un partido de Belgrano. Soy muy feliz cuando le va bien y me amargo cuando le va mal. Pero no me fijo en los rivales, no me importa cómo le va«.
Su vida en Europa con 14 años: «Yo era muy chico, tenía 14 años. A esa edad sos mucho mas dependiente de tus padres y te toca madurar de golpe y a los golpes. Nada de lo que me tocó vivir me hace sentir arrepentido. Fue duro porque cuando arrancás, arrancás bajo cero y diez metros bajo tierra. Estaba en un departamentito muy chico, no me conocía nadie. El primer año fue un gran sacrificio de mi familia. Mis viejos y hermanos se tuvieron que endeudar hasta con la casa. Fue una apuesta que yo sabía que tenía un año para demostrar y agarrar vuelo y se dio todo. Fue un gran año para ser mi primer año en karting y me agarró un equipo oficial que se hacía cargo de todo. Después pasé a Renault y fui piloto de prueba, eran los que me auspiciaban en categorías menores para formarme como piloto«.
Una anécdota recién llegado: «Fue duro, en su momento era chico y lloraba a veces porque tenía mucha incertidumbre. Me subía al camión de mi mecánico, que se convirtió en un padre para mí. Dormía en la camita del camión. Nos quedamos en un hotel y yo no sabía dónde iba a vivir. Llegamos a un departamento en Faenza y me dejó ahí. No le pude decir nada porque no me sabía expresar en el idioma. El primer día no me pasó a buscar, el segundo tampoco y yo estuve casi dos días sin comer. Hasta que decidí irme al centro, agarré una bici y me fui. Compré un par de cosas en una bolsita y cuando quiero pagar no me andaba la tarjeta. Una señora me prestó el teléfono porque me vio desesperado, lo llamé a mi viejo. Me imagino para un padre, con su hijo tan lejos debe haber sido una desesperación. Pero me tuve que volver sin las bolsas y al otro día solucionó el problema y pude volver a comprar las cosas. Tristano me pasó a buscar recién al otro fin de semana. En esa semana veía tele y aprendía el idioma y le propuse que me lleve a trabajar con él al taller«.
Su frustrado arribo a la F1. «Era campeón de la World Series y andaba muy bien. Pero por cuestión de tiempos y por no estar en el lugar indicado ni en el momento indicado, lo suben a (Heikki) Kovalainen que tenía mucho apoyo de Finlandia. Yo estaba solo allá y todo lo que logré fue a base de esfuerzo. Yo veía que (Lewis) Hamilton, Kovalainen, (Nico) Rosberg llegaban con preparadores, representantes, sponsors y en momentos clave eso tuvo su peso. No se dio en ese momento, que fue mi mejor momento. Era mi momento. Por prácticamente nada podía tener una butaca en Minardi para arrancar y no se pudo. Pasé dos años a la GP2 en equipos que no eran los mejores y yo me subí al auto sabiendo que tenía que lograr un resultado que era difícil y cuando queres ir mas rápido que el auto cometés errores, caés animicamente, perdés confianza. Cuando estaba por llegar, lo suben a (Nelson) Piquet Jr. y eligen ponerlo a él. No fue por cuestión de rendimiento, eso me dejó tranquilo. Sabía que podía medirme con cualquiera. Fue un golpe muy duro porque era joven. Eso me hizo darme cuenta que no es solamente vos y que dependés de un apoyo«.
Su paso por Argentina: «Me tocó volverme a Argentina, estuve seis meses sin correr porque no quería correr más. No creía mas en el automovilismo. Hasta que me agarró Victor Rosso y me dijo: ‘Pecho vos tenés que correr, tenés que disfrutar, vivir del automovilismo’. Gracias a Dios me convenció. Gané muchos campeonatos y sobre todo el cariño de la gente y el reconocimiento que no había tenido cuando estuve en Europa«.