El emblema de Los Pumas Seven trabaja para estar en el listado definitivo y sacarse el sabor amargo que le dejó la participación en Río 2016.
Cuando el 11 de agosto de 2016 el árbitro pitó el final del partido que Nueva Zelanda le ganó a Argentina 17 a 14, por la cabeza del cordobés Gastón Revol se deben haber cruzado miles de sensaciones y por su mente miles de recuerdos. Ese pitazo final dejaba al seleccionado nacional de rugby seven en el sexto puesto, obteniendo un diploma en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
En ese partido Argentina perdía 17-0 y Revol con sus conversiones sumó para acercarse en el marcador. Este encuentro también fue una muestra de todo lo que es y representa «el Verde» surgido del rugby cordobés, más precisamente de La Tablada. Es que Argentina el día anterior había perdido la chance de luchar por las medallas luego de caer derrotado en tiempo suplementario ante Inglaterra por 5-0. Fue durante ese choque, en el tiempo extra, que Gastón Revol tuvo la chance de darle la victoria a Los Pumas, pero marró un penal determinante.
“Ahí se me vino el mundo abajo. No podía parar de llorar. Estaba destruido. Era un momento mágico. Meter esa patada, con toda mi gente ahí. Era perfecto”, supo confesar años más tarde el cordobés.
Pero como mencionamos, Gastón Revol sacó a relucir todo su temperamento, coraje y habilidad un día más tarde. Por algo es el capitán y emblema de Los Pumas Seven desde hace más de 10 años. Ese 11 de agosto Argentina derrotó a Australia 26-21, luego de estar 21 puntos abajo, lo que daría la victoria ante los All Blacks. Esa participación de combinado albiceleste también significó el regreso del rugby a un Juego Olímpico después de 92 años.
Los años pasaron y Revol continúa en el equipo formando parte de todas las convocatorias y jugando el circuito de seven. Además se consagró dos veces campeón panamericano con el conjunto que dirige técnicamente Santiago Gomes Cora. El 2020 parecía el año en el que «El Verde» obtendría revancha cuatro años más tarde, pero la pandemia de coronavirus retrasó los planes. Ahora, a poco más de un mes para el inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio, espera por la convocatoria final y confirmación de que será parte del equipo que estará compitiendo en Japón.
«La verdad que ya cada vez falta menos, se va sintiendo ya que estamos en la recta final así que tratando de manejar la ansiedad y de intensificar los cuidados para que todo salga de la mejor manera», aseguró Gastón Revol en su visita a los consultorios médicos del Centro de Alto Rendimiento Deportivo, en el Polo Deportivo Kempes.
La sed de revancha está intacta. Lógicamente que Río 2016 forma parte del pasado, pero también es parte del combustible que empuja su motor en el presente y le permite soñar en grande. «Estamos con el sueño de ganar una medalla y es una meta realista. Siempre uno va a ir a ganar, nadie te dice que va a perder. En este caso el equipo está demostrando que está en un buen nivel y que tiene las herramientas suficientes para pelear contra las potencias y contra los que siempre son candidatos. Con esa ilusión y esa fuerza vamos a Tokio», remarca el capitán argentino.
La buena noticia es que para estos Juegos hubo más tiempo de trabajo, no solo porque se corrió un año la competencia, sino porque los jugadores han compartido varios torneos y el circuito juntos. Así lograron la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 e incluso en este 2021 se quedaron con el Seven de Madrid y de Dubái, entre tantos otros logros.
Esto, sin dudas es una gran noticia y empujón para el equipo. Así lo considera Revol: «Es algo que se viene dando en los últimos años. A Rio fuimos con un grupo que venía trabajando con un par de años de anticipación. En este caso es un grupo que viene trabajando desde el 2016 y se sumaron jugadores que aportan herramientas muy importantes. Me parece que es clave porque un equipo no se arma de un año para el otro, necesitas recorrer todo el proceso y creo que este grupo lo viene haciendo muy bien».
En este marco, la preparación para un Juego Olímpico es única como el torneo en sí. «Es muy importante porque se viven de otra forma, es otra la cabeza, otra la presión, otra la ansiedad y otra la preparación. Es distinto como se prepara el equipo para un circuito de diez torneos que como se prepara para uno. Para uno y para tener ese momento clave, ese partido clave. Es importante pasar por esas situaciones más de una vez para ya tenerlas vividas y saber cómo responder ante cada momento que se pueda llegar a dar en cada partido«, analiza Revol.
Por el momento todavía no se conoce la lista oficial con los nombres de los Pumas que estarán vistiendo la camiseta argentina en Tokio, pero el jugador de La Tablada se esperanza con ser parte del grupo. «Ojalá que se dé, ojalá llegar a estar en ese listado y en ese equipo y en el caso de darse sería otra hermosa experiencia y ojala que sea con buenos resultados y que sea con un equipo que vuelva a demostrar que labura y se prepara y que cada partido y momento que le toque estar en la cancha deje todo y ya con eso estemos bien. Ojalá los resultados acompañen y sea algo inolvidable«, anhela «El Verde».
A todo esto también se le suma la incertidumbre de la realización de los Juegos en un contexto mundial afectado por la pandemia de coronavirus. «Uno trata de manejar la ansiedad y estar tranquilo y seguir disfrutando todo el proceso y seguir preparándose porque todo este tiempo que tenemos por delante sirve. Pero por otro lado también decís ‘ojalá sean mañana y ojalá sean una realidad’ en todo sentido, tanto por la participación de uno como que también se terminen haciendo. Hoy por hoy hay muchas probabilidades de que así sea, pero por cómo están las cosas uno nunca sabe», concluye Revol.
La incertidumbre en torno a los Juegos Olímpicos podrá continuar en el aire, pero la seguridad está en que, si le toca ser parte del listado definitivo, Gastón Revol volverá a demostrar por qué es el capitán histórico de Los Pumas Seven y hará que el destino le dé la razón para que cuando la próxima patada entre en las canchas de Tokio, el sabor sea doblemente satisfactorio.