El holandés se consagró en el Cordoba Open y en la previa reconoció una camiseta de Wilhelmus Jansen, quien disputó el Mundial en 1978 con la “Naranja mecánica”.
“La vida te da sorpresas” reza el reconocido dicho y eso fue lo que le pasó al tenista holandés Matwé Middelkoop, quien estuvo de paso por la ciudad disputando el ATP 250 Córdoba Open, donde se consagró en dobles junto al brasilero Marcelo Demoliner.
Pero su visita no fue solo tenis, ya que también estuvo en el estadio Mario Alberto Kempes para ver el partido entre Talleres y Boca Juniors, el domingo 2 de febrero. Aprovechando la ocasión, los tenistas que vinieron a disfrutar del espectáculo futbolístico pasaron, en la previa, por el Museo Provincial del Deporte ubicado en el mismo estadio.
En ese lugar se dio algo inesperado para el holandés, fanático del fútbol y del Feyenoord. Un objeto presente en el museo lo acercó un poquito a su tierra y le hizo olvidarse por un momento que estaba a 12.058 kilómetros de su tierra natal. Un objeto naranja resaltaba por entre la gran variedad de los elementos que allí se exhiben.
“Había asumido que iríamos solamente a ver un partido de fútbol y de repente por suerte fuimos al museo, antes de entrar a las tribunas del estadio. Empezamos a recorrerlo, había camisetas y objetos de distintos deportes. Mis ojos de repente se fueron con algo de color naranja, nuestro color nacional, y por suerte el coordinador del museo se acercó y me dijo que era una camiseta de Holanda usada en el Mundial ’78“, arrancó contando emocionado Middelkoop.
La casaca con la cual se encontró el tenista era la que utilizó Wilhelmus Jansen en la Copa del Mundo y fue cedida por Miguel Ángel “Cata” Oviedo, quien la intercambió en la final que ganó Argentina (por 3-1) y con la cual se consagró campeón. Lo más curioso de esta historia es que el futbolista y Middelkoop habitan en la misma ciudad: Rotterdam.
Además de esta grata sorpresa, el tenista holandés vivió un gran momento dentro de la cancha, al ver el encuentro en el que Boca venció a Talleres por 2-1. “Fue algo totalmente diferente. El tamaño del estadio es enorme. Nuestro escenario más grande, el Amsterdam Arena me pareció mucho más chico. Me impactaron los fuegos artificiales, la atmósfera de las hinchadas de ambos equipos… ¡Gritan y alientan todo el tiempo! Nunca se les termina la energía“, detalló emocionado.
Y finalizó: “Lo había visto por televisión y fue exactamente cómo me lo imaginé y mucho más. Fue emotivo, la gente estaba muy comprometida“.
Así empezó Matwé Middelkoop su paso por Córdoba que terminó de la mejor manera con la consagración en dobles junto a su compañero Marcelo Demoliner quienes vencieron a la pareja argentina integrada por Leonardo Mayer y Andrés Molteni por 6-3 y 7-6.
Un paso breve, pero inolvidable en una ciudad que lo marcará para siempre.