Al poco tiempo de ser inaugurado, miles de cordobeses dijeron presentes en el Museo del Kempes para disfrutar de una noche diferente, con muestras especiales, visitas a los vestuarios y a la cancha principal.
Las puertas se abrieron puntualmente, a las 20, tal como estaba previsto. Y la gente, que esperaba ansiosa, se sumergió en la aventura de conocer parte de la historia de Córdoba y los rincones del Kempes a los que nunca tiene acceso.
La raqueta de Nalbandián, los guantes de “Martillo” Roldán”, el auto de Cabalén y Pedernera del 38’, el palo de la “Sole” García y muchos otros objetos recibían las miradas de todos, en la noche cordobesa teñida de Museos en toda la Provincia.
Allí no terminaba todo, porque la próxima parada del inédito recorrido eran los camarines. Al ingresar a los vestuarios que usan los equipos de primera (y donde se cambió Messi, entre otros) se encontraban con una espectacular exposición de camisetas de todos los tiempos, países y colores. Desde casacas de los equipos de Córdoba de los años 80, hasta una usada por Carlitos Tevez, pasando por otra de Fernando Redondo en el Real Madrid.
Pero todavía había tiempo para una sorpresa más; al salir de los vestuarios, recorrían el mismo camino que los jugadores realizan para entrar a la cancha principal del Kempes. Y allí, casi sin darse cuenta, estaban sacándose fotos al borde del césped, donde domingo a domingo juegan sus grandes ídolos.
Como si esto fuera poco, durante la noche se encontraban con grandes figuras del deporte de Córdoba, como Mariano Reutemann, Carolina “Chapita” Gutierrez, Donald Jones, Gustavo Porporatto, Santos “Falucho” Laciar, Héctor Olariaga, el “Colorado” Suarez y muchos más.
El ritmo de visita de la gente no decayó nunca, como tampoco lo hizo el entusiasmo, la admiración y los flashes de los celulares tratando de inmortalizar el momento.
El frío reloj marcará que fueron seis horas, pero la máquina del tiempo indicará que fue un largo, profundo y emotivo paso por la historia de nuestra Córdoba, Cuna de Campeones.