La cordobesa se sumó a una transmisión en vivo y contó cómo está viviendo su reciente cambio de club, su vuelta a la liga francesa, su relación con la Selección Argentina de Vóley y la cuarentena.
Yamila “Yas” Nizetich es una de las máximas representantes cordobesa dentro del vóley argentino. De muy joven dejó el país para competir en las ligas más importantes del mundo. Hoy su vida la lleva de vuelta a Francia, donde ya había jugado, específicamente al Beziers, equipo en el que su marido es preparador físico.
Pero la cordobesa, campeona en 2019 de la Champions League con el Novara de Italia también tiene una huella muy marcada en la Selección Argentina Femenina de vóley, Las Panteras. Con la camiseta albiceleste disputó los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, obtuvo la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio y también la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
Sobre todo eso habló “Yas” en una charla en vivo transmitida a través de la cuenta de Instagram de la Agencia Córdoba Deportes.
Justamente, “Yas” se sumó desde Francia a esta charla, donde compartió la cuarentena junto a su marido. “Nos agarró en Italia, seguíamos viajando, nos cancelaban los partidos, entrenábamos y nos cancelaban los entrenamientos. Hablé con el presidente del club y le pedí permiso para venir a Francia con Pablo (su marido). Acá todavía seguían jugando y entrenando; me convenía por todos lados. Agarré una valija con lo que tenía y me vine. Me quedé hasta la semana pasada, que pude volver con un permiso a Italia para buscar mis cosas. En Francia, durante la cuarentena la pasamos bárbaro, porque te permitían todo el tiempo salir a correr y nosotros teníamos armado el gimnasio”, contó sobre esta experiencia.
Ahora, de a poco, en aquel país, están retomando algunas actividades y según comentó “Yas” los entrenamientos podrían volver a fines de junio y la liga comenzaría en septiembre. Por el momento, aprovecha para seguir entrenando y estudiando ya que está cursando a distancia la Licenciatura en Turismo. “Me picó el bichito de estudiar por el tiempo libre y los viajes. También pensando en el retiro, es una seguridad. Me gusta porque aprendo. Soy super curiosa y me gusta”, explicó.
Como dijimos “Yas”, jugó en las grandes ligas del mundo: “la italiana y la turca son las mejores”. Eso también le permitió mantenerse en un gran nivel competitivo para continuar siendo parte de la Selección Argentina, un proceso que arrancó con 15 años. Si bien tuvo sus momentos buenos, también le tocó tocar fondo cuando quedó desafectada del equipo que disputaría el Mundial de Japón en 2018.
“Fue un momento muy triste. Fue una desilusión muy grande después de todo lo que le di a la selección. Acepté pero no compartí la decisión ni el modo. Obviamente, todo lo que hice y hago por la Selección es de corazón. Hubo un malentendido, no se interpretó el mensaje ni hubo ganas de entenderlo. Yo estoy super tranquila, lo sufrí muchísimo por cómo me había preparado, cómo había entrenado. Hasta me había pagado el pasaje para jugar el premundial”, contó sobre un momento que la marcó en su carrera.
Pero Nizetich no se quedó con eso y siguió intentando volver y así fue como logró ser parte del equipo que obtuvo la medalla de bronce en Lima y la clasificación a Tokio, en Colombia. Mientras todo eso sucedía, sus compañeras en Europa le hacían una sola pregunta: “¿para qué vas?”.
En Europa la realidad es otra, tal como lo comenta “Yas”: ”Las italianas cobran un sueldo por ir a la selección, las francesas cobran por hora de trabajo. Yo me tuve que pagar un pasaje y cuando lo cuento me preguntan eso. Pero para mí, el sentimiento por la camiseta argentina no tiene explicación, no sienten como sentimos nosotros la celeste y blanca. Te respetan por esas cosas, porque a pesar de todo, seguimos”.
Pero también se tomó un tiempo para recordar esos grandes momentos con “la celeste y blanca”. “Si tengo que elegir tres momentos serían la clasificación en Bariloche a Río de Janeiro, la clasificación en Colombia y los Juegos Olímpicos en Río. Emocionalmente fue lo que más me pegó. Obviamente la medalla en Lima en los Panamericanos fue increíble. Pero me gusta más lo emocional que colgarme una medalla”, remarcó.
Las clasificaciones a los Juegos Olímpicos le tocaron con realidades muy diferentes, una como local y la otra como visitante. Así lo vivió ella: “Me gustó lo de Colombia, no podíamos hablar en la cancha del ruido que había. Ese torneo fue increíble por el marco de tener tanta gente en contra, por ahí prefiero eso a tener la gente a favor. Bariloche fue el primer sueño olímpico, fue inolvidable porque estaba la familia, el estadio lleno, fue inolvidable. Se me pone la piel de gallina”.
Además se entusiasmó por el futuro en cuanto a las camadas que vienen en la Selección. “Las categorías de base vienen trabajando bien. Han jugado mundiales y hoy en día las Panteras están llena de gente joven. Más abajo, también hay chicas que prometen y me pone contenta porque es el futuro de Argentina y del vóley”.
Por último, dejó bien en claro que su futuro está lejos de una cancha de vóley, de los viajes y los entrenamientos. “No me veo como entrenadora. Creo que cuando me retire voy a estar completamente vacía de vóley. Me gustaría aportar en el tema dirigencial. Volver a viajar, volver a estar lejos de casa, no”.