La cordobesa hizo del agua su mundo y representó al país en una gran cantidad de competencias internacionales. En octubre volverá a nadar por nuestra bandera en Chile, en sus quintos Juegos Panamericanos. Conocé la historia de una mujer récord.
Los Juegos de Santiago están cada vez más cerca, y los clasificados ya están entrenando pensando en la cita Panamericana, que irán desde el 20 de octubre al 5 de noviembre de este año.
Cecilia Biagioli no es la excepción. La cordobesa consiguió un pasaje para disputar sus quintos Juegos, competencia que conoce y que le trae gratos recuerdos. En Guadalajara 2011 consiguió una medalla de oro y en Lima 2019 volvió a subir al podio para colgarse la de plata.
Biagioli pasó por el Centro de Alto Rendimiento Deportivo del Polo Kempes, para realizar su apto médico como parte de preparación para los Juegos, y dejó conceptos desde su experiencia pero también desde sus ganas, desde su templanza.
Sobre su última conquista a nivel panamericano aseguró que “después de la carrera fue muy emocionante. Se cruzan muchas cosas en la cabeza. Hay que disfrutar de esos momentos y recordar cuánto costó llegar lo hace mucho más valorable”, recordando el épico momento al cruzar la meta.
Además, la nadadora resaltó que se encuentra feliz por una nueva convocatoria para vestir la celeste y blanca, “tratando de dar lo mejor en cada entrenamiento”. “Hay que vivirlo para entender lo que se siente representar a Argentina; es algo maravilloso”, destacó.
Una particularidad en su carrera es que, si bien es reconocida y se especializa en aguas abiertas, comenzó como nadadora de pileta y hoy con 38 años sigue más vigente que nunca. “Trato de disfrutar cada momento y que la carrera fluya”. Tengo mucha experiencia, y si bien el paso del tiempo se siente, el cuerpo sabe qué significa estar en una carrera, sin pensar en la edad porque el querer va más allá”.
Cecilia Biagioli ostenta un récord digno de destacar. Es la mujer argentina con más participaciones en Juegos Olímpicos hasta el momento: Sidney 2000, Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012 y Tokio 2020. En este periodo, solo faltó a Río 2016 tras no conseguir clasificar, luego de que había sido madre hacía poco tiempo.
En el año 2013, Biagioli cumplió otro sueño, pero esta vez alejada del agua y la natación: se convirtió en mamá de Joaquín. Luego del nacimiento del pequeño, la deportista deseaba que su primogénito la vea competir en la elite.
En julio de 2021, ya con la clasificación a Tokio en el bolsillo y Joaquín más grande, Cecilia nos comentaba que quería ser un ejemplo para su niño y que él la motivaba a competir en un nuevo Juego Olímpico.
“En 2016 era muy chiquito, ni se enteró de que no había clasificado. Hoy me decía ‘vamos por Tokio, mami. Te voy a ver por tele. Realmente para mí es una gratificación enorme eso, poder dejarle el ejemplo de que el día de mañana él vaya en búsqueda de sus sueños y de que su mamá va a estar a su lado”, explico la nadadora.
Tras su paso por el Kempes, Biagioli destacó que Córdoba es su lugar en el mundo. “Lo llevo en el corazón, a cualquier lado que vaya. Córdoba me apoya desde muy chica, desde los 14 años que tuve mi beca deportiva. Es la ciudad que me vio nacer, crecer, y estar donde estoy hoy. Muy orgullosa de ser cordobesa”.