- En el corazón del Museo Provincial del Deporte, una nueva historia de superación y esperanza cobra vida a través de la conmovedora escultura, creada por el artista Fernando Galindrez.
- Esta obra rinde homenaje a Pablo Giesenow, un abogado y deportista cordobés cuyo espíritu inspira a todos.
Pablo sufrió un accidente automovilístico en enero de 2015, en Santa Rosa, La Pampa, que le ocasionó la amputación de ambas piernas. En lugar de rendirse, el cordobés eligió luchar, y a lo largo de siete meses en silla de ruedas, realizó una intensa rehabilitación que, con el apoyo de médicos, entrenadores y su familia, lo llevó a retomar su vida. Hoy en día, se ha convertido en un referente de la superación personal y el deporte adaptado, practicando disciplinas como pádel, running, tenis, ciclismo y trekking.
Su valentía lo llevó a completar travesías como la ascensión al cerro Champaquí, el cerro General Belgrano en La Rioja, y una expedición de más de 20 kilómetros por la Cordillera de los Andes hasta el Valle de las Lágrimas, lugar que evoca la tragedia de los rugbiers uruguayos en 1972.
La escultura «Las Alas de Pablo», realizada por Galindrez, un artista de Buenos Aires que trabaja con hierro reciclado, es una representación de la superación y la lucha ante la adversidad. El vínculo entre ambos nació a partir del Museo Internacional de Discapacidad María Kodama, donde Fernando encontró en Pablo la inspiración para crear esta obra que busca transmitir esperanza a quienes enfrentan obstáculos en la vida. «Conocerlo en persona fue tan emocionante como lo imaginaba. Esta escultura es un símbolo para quienes luchan día a día», comentó Galindrez.
La escultura, que incorpora grabados que honran a la familia de Pablo, simboliza el amor y el apoyo incondicional que lo han acompañado en su camino hacia la recuperación. «Esas chapitas están en el sostén, que es lo que realmente significa la familia para cualquiera que esté atravesando alguna situación difícil”, expresó Giesenow.
«Las Alas de Pablo» se erige no solo como una escultura, sino como un símbolo de esperanza y perseverancia. En sus propias palabras, nos recuerda que «Luchar no nos garantiza el éxito, pero si nos quedamos llorando nos garantiza el fracaso». Esta obra invita a todos a reflexionar sobre la importancia de luchar por nuestras vidas, sin importar los obstáculos que enfrentemos.
El Museo Provincial del Deporte, ubicado en el estadio Mario Alberto Kempes ofrece a sus visitantes la oportunidad de inspirarse con esta y otras historias que celebran el deporte, la superación y la fuerza del espíritu humano.