La medallista olímpica en Atenas 2004 y ex nadadora participó de una nueva transmisión en vivo, habló de su alejamiento del deporte, su actualidad como vocal de la Agencia Córdoba Deportes, sus estudios universitarios y se trazó algunas metas para su gestión.
Es inevitable hablar de Georgina Bardach y no asociarla con una pileta de natación. La medalla olímpica de bronce en 400 metros combinados que la cordobesa obtuvo a sus 21 años en Atenas 2004 la lanzaron a los primeros planos del deporte argentino y mundial. Pero lo que para algunos pareció la gloria, a ella le costó trabajo asimilarlo. Justamente, sobre todo esto habló en una nueva transmisión en vivo de la Agencia Córdoba Deportes en medio del aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Pero eso no fue lo único de lo que habló Bardach, ya que también reparte su tiempo entre su trabajo como vocal en el ente deportivo provincial y como miembro de su propia agencia de comunicación; la facultad, ya que está en la recta final para recibirse como licenciada en Comunicación Institucional; sus pasiones y la familia.
Pero volviendo a su pasado como deportista, el 14 de agosto de 2004 quedó grabado en la retina y memoria de gran parte de los fanáticos del deporte. Es que una nadadora argentina con una medalla olímpica era algo que no se veía desde 1936, cuando Jeanette Campbell logró la presea de plata en los 100 metros libre ,en Berlín.
“Estoy segura que nadie entrenó la cantidad de metros y horas ni hizo las cosas que hice para llegar a eso. Fueron muchísimos meses, años de preparación. Cuando vi la final de los 400 combinados en Sydney dije ‘yo quiero estar ahí’. Con el Bochi (Héctor Sosa, su entrenador) éramos vistos como los loquitos de la natación. El Bochi me llevó al máximo, me dijo ‘vamos a hacer todo, o explotas acá o ganás la medalla´”, recordó sobre los momentos previos.
Y sobre el mismo momento de la competencia, rememoró: “Yo tenía una sensación, pero mi prueba fue nada que ver a como la sentí y la fui viviendo. Cuando doy vuelta de espalda a pecho no tomé conciencia que venía tan atrás, la ucraniana era mi única referencia. Cuando lo vi al Bochi gritando y agitando la remera dije ‘o vengo muy bien o vengo muy mal’. Toqué el tablero y me di vuelta para saber que era yo. Me acuerdo de haber estado esa noche en la villa olímpica pensando si lo había soñado o si era real”.
Luego de semejante logro, las expectativas año tras año se centraron sobre la cordobesa y según ella misma asegura “los resultados no estaban ni cerca de estar bien”. Varios años y dos Juegos Olímpicos más tarde llegaría el retiro, algo que ella misma reconoce que podría haber sido antes.
“Con el diario de hoy es fácil. Los últimos años no la pasé bien, los resultados no estaban ni cerca de estar bien. Me asustaba muchísimo el post. Lo estiré por temor a eso, miedo a lo desconocido. Me gusta esta vida. Pude disfrutar, hice de todo mientras nadaba y ahora soy muy curiosa, me encanta hacer cosas y busqué hacer un montón de cosas nuevas”, afirma.
Aún así, los años post retiro tampoco serían tan fáciles mientras buscaba encauzarse en una nueva vida y evitaba volver a ver la prueba por la cual había sido reconocida en todo el país. “Alejada de todo eso, me gusta y me emociona recordarla y verla. Después de eso y hasta un tiempo después no podía ver la prueba. Fueron muchos años de terapia para aceptar eso, porque había dejado de nadar y odiaba que me dijeran que era la nadadora. Fue un trabajo muy grande poder aceptarlo y ahí me empecé a hacer cargo; además de eso soy esto otro”.
Y justamente “esto otro” es todo lo que es Georgina hoy. Porque sus días transcurren también como vocal de la Agencia Córdoba Deportes, pero no todo fue tan fácil dentro de la gestión pública. “Al principio fue muy difícil. Estaba acostumbrada a que los resultados dependan de mí y de mi entrenador. Pero me sirvió para entender un montón de cosas. Sentí que si me daban la oportunidad, le debía a la gente capacitarme. Ahí fue cuando tomé la decisión de empezar a estudiar una carrera universitaria”, explicó Bardach.
Este rol en la Agencia la llevó por diferentes objetivos y metas que se pudo ir trazando y cumpliendo, uno de esos fue la pileta olímpica que se encuentra en las instalaciones del Polo Deportivo Kempes. Pero hay nuevas motivaciones para la cordobesa: “Desde la Agencia trabajamos junto a una mesa interministerial donde tratamos temas de género. Si bien este Gobierno nunca dejó de lado estos temas, con la creación del Ministerio de la Mujer se profundizaron estas políticas. Por ejemplo, somos pioneros en tener un plan de emergencia humanitaria en género y violencia contra la mujer, para situaciones como las que estamos viviendo hoy de cuarentena, donde se profundizaron estas problemáticas”.
Pero eso no es todo y se trazó algunas metas de gestión: “Tenemos un punto flojo en la dirigencia y queremos capacitar a mujeres para que puedan estar en lugares que sean de toma de decisiones, no solamente para cumplir un cupo sino para tener un rol preponderante. Además, quiero que se vincule fuertemente la educación con el deporte, como se hace en las grandes potencias donde el deporte pasa por las universidades”.
Al igual que otros deportistas, el retiro a una edad temprana le permitió a Georgina vivir “varias vidas” y una de ellas le permitió incursionar en el ambiente del periodismo. Así fue parte de transmisiones de grandes eventos deportivos para la cadena TyC Sports donde comentó mundiales de natación y los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018. “Me gusta mucho, me daba vergüenza, pero lo disfruto. Me encanta hablar de natación. Me tocó trabajar con Gonzalo Bonadeo, del que aprendí muchísimo y te da lugar y se puede trabajar bien. Me encantó y me gusta mucho”. Incluso ganó un Emmy por ser parte de la transmisión que la NBC Latinoamérica realizó por los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
También participó durante el 2019 de Córdoba al Cuadrado, en Radio Suquía, bajo la conducción de Jorge Cuadrado. “Me encantó hacer radio. Me tocó un grupo muy lindo y me exigía estar informada y por suerte nunca me dijeron sobre qué tenía que opinar o no. Podía expresar tal cual las cosas que yo sentía. Pero no me daba mas el cuerpo para bancar ese ritmo y decidí dejarlo, pero me gustó muchísimo”.
Tampoco dejó de emocionarse con los logros de su hermana Virginia quien fue medallista de oro y plata en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. “Sentí que por fin se pudo sacar la mochila de ‘ser la hermana de’. Para mí tenía mas talento físico y técnica que yo. Sabía que era capaz de hacer grande cosas, pero creo que ella nunca se lo creyó hasta el Panamericano. Para mí eso fue una emoción muy grande porque realmente creía que ella podía hacer eso”.
También dejó algunos conceptos sobre la reprogramación de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. “Desde el Comité Olímpico se demoraron demasiado en tomar la decisión, priorizaron más el negocio que lo deportivo y era lo más justo para todos”.
Por último, desde su lugar como vocal, se aventuró a pensar algunas de las consecuencias que puede generar en materia deportiva este período de aislamiento. “Me preocupa la deserción de deportistas que puede haber después de esto en niveles. Hay un montón de chicos y jóvenes que no llegan a niveles de elite o competencia y me preocupa la deserción. Va a ser un trabajo muy grande entre la Agencia, la Secretaria de Deportes de la Nación y los clubes”, concluyó Bardach.