Profesionales del C.A.R.D brindan asistencia a deportistas desde los 14 años para poder afrontar diferentes situaciones en su actividad.
Mucho se habla del entrenamiento de fuerza, velocidad, intensidad. También la kinesiología y fisioterapia son otros pilares que se destacan en el deporte. Pero desde hace un tiempo empezó a tomar fuerza el denominado “entrenamiento invisible”, igual de importante que todos los mencionados anteriormente. Se trata del entrenamiento mental de los deportistas que tiene como principal objetivo potenciar habilidades psicológicas para tener un mejor rendimiento y mejor bienestar psicoemocional.
Desde el Polo Deportivo Kempes, a través de los profesionales que atienden en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo (C.A.R.D), se ofrece esta prestación a todos aquellos deportistas federados, desde los 14 años. Incluso los entrenadores también pueden consultar sobre este acompañamiento.
“Trabajar mucho en la prevención es fundamental, eso puede prevenir muchas patologías que pueden ir surgiendo a lo largo de la carrera deportiva como trastornos alimentarios, trastornos de ansiedad o trastornos del sueño“, explicó Carina Juárez, Psicóloga del deporte (matrícula N°7596), quien se desempeña en el C.A.R.D desde el año 2013.
Y agregó: “En la parte de trabajar el bienestar psicoemocional es donde el profesional puede identificar si llegan a surgir estos indicadores y hacer la derivación correspondiente o trabajarlo con el paciente. También se trabaja para preparar a papás y entrenadores para que sean una red de contención”.
El acompañamiento del deportista también es uno de los pilares fundamentales tanto de parte de sus familiares como de su entorno cercano. Es desde allí donde también se pueden detectar algunos indicadores que generen alerta. “Si se perciben síntomas o indicadores de tristeza recurrente, pérdida de interés, incapacidad para sentir placer en las actividades que sentían motivación o placer, falta de autoestima, dificultad para concentrarse, falta de apetito y eso empieza a perdurar en el tiempo sería bueno hacer una consulta a un profesional”, explicó Juárez.
Como se mencionó, ante estas situaciones toma un rol clave el entorno del deportistas ya que en ocasiones se cae en la crítica, la burla o la estigmatización que no ayudan. “Cuando un deportista va a consultar se lo estigmatiza o se lo critica por ‘débil’ o que ‘no se la banca’ o que quiere llamar la atención porque lo sacaron del equipo o por alguna situación particular. Estos indicadores no se deben subestimar ni estigmatizar”, enfatizó la profesional.
La pandemia de coronavirus y el parate en el deporte
El 2020 fue un año atípico y que afectó diferentes actividades entre las que se encontraron los deportes. Este freno repentino, y más en un año tan importante en el que estaba previsto que se realizaran los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, trastocó los planes de numerosos atletas que ya estaban clasificados o que intentaban clasificar a esta cita. Esto también provocó que muchos deportistas empezaran a notar la necesidad de un entrenamiento mental. En ese sentido, desde la Agencia Córdoba Deportes el servicio siempre estuvo disponible.
“Por lo menos vía online, fue importante que los deportistas hayan tenido esta oportunidad porque muchos de ellos experimentaron síntomas de incertidumbre y ansiedad o dificultad para dormir y me parece que está bueno. El servicio de la agencia, si bien no es clínico sino del deporte, es importante ya que se cuenta con un profesional y se pueden identificar indicadores. Una vez identificado se realiza un diagnóstico y se interviene o se deriva a un psicólogo o psiquiatra”, detalló Juárez.
Entre los deportistas afectados por la pandemia se encontró María Laura Rodríguez, atleta de tiro deportivo que compite en la categoría 10 metros Rifle de aire R4 standing, y R5 tendido. Ella había arrancado el 2020 con el objetivo de clasificar a los Juegos, pero todo se vio frustrado rápidamente. Para la atleta fueron varios los meses que debió permanecer en su casa entrenando solamente la parte física, ya que no contaba con los elementos para entrenar su deporte. Y pasar de ese parate al entrenamiento fue algo que también le generó gran cambio que la decidió a comenzar a trabajar en su mente.
“Empecé a trabajar en aspectos mentales el año pasado por todo este tema de la pandemia, por todo el tiempo que estuve sin entrenar. Cuando volvimos fue un cambio bastante brusco y me parecía súper importante hacer un entrenamiento mental sobre todo cuando estás en alto rendimiento y tenés objetivos grandes para cumplir. Siento que cambié y mejoré un montón”, contó María Laura.
“Hicimos trabajos en muchos aspectos. En mi deporte es muy importante la concentración; es muy difícil de lograr e hicimos mucho énfasis en eso. El tema de los nervios en una competencia, también. Por más que entrenes, te da nervios la competencia. Hicimos muchos ejercicios de autoconfianza, sobre todo ejercicios que sirven para mi deporte que es muy mental”, detalló la atleta de 21 años que todavía sueña con clasificar a Tokio, para lo cual tiene dos competencias más en abril y mayo.
Y concluyó: “Es totalmente recomendable. Siento que fue un cambio muy grande, no solo yo sino la gente que me rodea percibe que sabés manejar las situaciones. Es fundamental en el deporte el tema mental y emocional, ya que también puede tener repercusiones fisiológicas. Te puede jugar una mala pasada”.
Lógicamente Rodríguez no fue la única afectada por la pandemia, la integrante de la Selección Argentina de Karate, Valentina Castro también sintió el abrupto cambio de rutina y decidió volver a contactar a los profesionales del C.A.R.D.
“La pandemia me pegó fuertísimo. Los primeros meses me costó un montón entender que no podía salir y competir. Me sentía mal anímicamente y ahí busqué de nuevo consultar en el Kempes. Toda la falta de motivación que me generaba no entrenar bien y no saber cuándo terminaba ni cuando iba a competir de nuevo me tenía tan angustiada que necesitaba que alguien me ayude a acomodarme. Me ayudó muchísimo a superar esta etapa de la pandemia. La cabeza como que te explota”, indicó Castro.
Valentina ya había comenzado a trabajar estos aspectos en 2018. “En 2016 me pasé de un profesor a otro y estos profes nuevos me empiezan a llevar más para ese lado de que la persona es más que solamente la parte física y empezamos a trabajar la parte anímica y mental. En ese año me propuse competir seriamente y estar fija en la selección y en el 2017 quería empezar a hacer algo más con un profesional porque veía que lo necesitaba. Llega un momento de la etapa competitiva donde los niveles se emparejan y son las pequeñas cosas las que hacen la diferencia. Lo que puedas mejorar, lo tenés que mejorar para tener más rendimiento y empecé a buscar por el lado del entrenamiento mental”, se explayó.
Sobre los aspectos que logró crecer gracias a este trabajo, indicó: “El cambio más grande fue apenas empecé. Me ayudó a ordenar cosas, a priorizar respecto a todo lo que me venía pasando. Saber cómo manejarme en las escalas de emociones que iba sintiendo y saber que algunas cosas eran más importantes que otras. Empecé a hacer trabajos más específicos y empecé a entender cosas que pasaban en mi cabeza mientras entrenaba o competía y poder manejarlas. Pude mantener un estado anímico parejo”.
Depresión en el deporte
Otro aspecto que genera preocupación en entrenadores y familiares es la depresión en el ámbito deportivo. “Lo primero que hay que entender es que la depresión es un trastorno del estado de ánimo. Hay distintos niveles según la cantidad de síntomas, la intensidad, la duración y frecuencia. Ahí se puede hacer un diagnóstico y saber si tiene depresión y si es leve, moderada o grave y se toman medidas terapéuticas o tratamiento para trabajar sobre esa depresión”, apuntó la profesional Carina Juárez.
Además, aportó ciertas cifras que dan un panorama de este trastorno: “Lo más importante es comprender que es un trastorno y que lo puede tener cualquier persona en cualquier etapa y a cualquier edad. Hay más de 300 millones de personas que lo tienen en el mundo y en Argentina la Organización Mundial de la Salud dijo que 1 de cada 20 personas podían estar con depresión”.
Ante lo que se puede hacer para ayudar y acompañar a personas que fueron diagnosticadas con depresión, Juárez detalló: “No subestimar, no estigmatizar no pensar que la persona lo está haciendo porque está llamando la atención. Además, entender que tiene que ser tratado por profesionales psicólogos o psiquiatras. También es importante hacer un trabajo preventivo. Se puede prevenir si uno trabaja con tiempo y en el deporte trabajar con psicólogos del deporte, ya sea en la etapa de formación o en la profesional. La persona puede adquirir herramientas para afrontar las situaciones, sobre todo aquellas que perciben de presión”.
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