El titular de la Agencia Córdoba Deportes, Héctor Campana, dijo que el torneo “superó a la primera edición” y destacó la relevancia de que Córdoba tenga un certamen de nivel internacional.
Las pelotas dejaron de pasar la red una y otra vez, las canchas quedaron vacías, las tribunas se acallaron de las exclamaciones de aliento, y los jugadores emigraron hacia sus siguientes torneos en el calendario de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP). El segundo Córdoba Open, de categoría 250, ya es historia. Fue una semana vibrante y de fuertes emociones en el Polo Deportivo Kempes, donde se disputó. Y se afianzan las perspectivas de desarrollo de esta competencia en la provincia de Córdoba.
A la hora del balance, el presidente de la Agencia Córdoba Deportes, Héctor Campana, calificó al certamen como “muy positivo”. Y agregó: “Fue un torneo bárbaro, sobre todo a nivel organizativo; se superó lo que se hizo en la primera edición”.
El funcionario destacó la trascendencia de que Córdoba tenga un torneo internacional de tenis. “Da orgullo que tengamos un ATP 250, que sea su segunda edición, que se haya mejorado y ya esté en la mente de los jugadores venir a participar en la próxima temporada», expresó Campana.
El titular de Córdoba Deportes dijo que los organizadores del torneo “están muy contentos” porque “se superaron las expectativas”.
Para Campana, hubo un crecimiento en relación con la primera edición del Córdoba Open, en 2019. “Seguramente, en los próximos años el torneo va a seguir mejorando”, auguró.
“Es importante que se pueda mostrar Córdoba al mundo con un torneo ATP de estas características; la marca Córdoba es importante para el turismo en nuestra provincia y por los ingresos que genera”, ponderó luego.
Respecto de la concurrencia de gente, Campana aseguró que fue “fantástica”. Añadió en este sentido: “Se jugó con mucho público y había mucha expectativa”. También opinó que fue “muy bueno” el nivel mostrado por los jugadores.
El título de singles del Córdoba Open 2020 quedó en manos del chileno Cristian Garín, tras ganarle en la final al argentino Diego Schwartzman por 2-6, 6-4 y 6-0.
Entre los jugadores participantes, hubo ocho que ocupan hasta el puesto 50 del mundo según el ranking que elabora periódicamente la ATP. No sólo se disputaron singles en el torneo, sino también dobles. Triunfó la pareja formada por el brasileño Marcelo Demoliner y el holandés Matwe Middelkoop. Batieron en la final a la dupla argentina de Leonardo Mayer y Andrés Molteni.