La selección argentina se consagró campeón del Súper 4, que contó también con la participación de Serbia, Croacia y Francia, dejando una huella imborrable en nuestra Provincia.
Ni el más osado soñador se hubiera animado a afirmar que Córdoba podría albergar los últimos partidos en el país con la camiseta argentina de Emanuel Ginóbili y, posiblemente, de Andrés “Chapu” Nocioni y Luis Scola.
Nadie hubiera imaginado que aquí, Carlos Delfino protagonizaría un cinematográfico regreso a las canchas, después de tres años sin jugar y siete operaciones.
Tampoco que Facundo Campazzo (un joven de apenas 1.79, del club Municipal) dejaría la sangre y un poco más para recuperar una pelota perdida en un colmado estadio Orfeo con 10 mil personas.
Y mucho menos, que un día el seleccionado de Sergio Hernández (con cuatro campeones olímpicos incluidos) realizaría una práctica con la presencia de niños de minibásquet de clubes de toda la Provincia, que disfrutaban de tener a sus ídolos tan cerca.
El Súper 4 fue el evento que posibilitó que todo esto se haga realidad.
La participación de tres grandes potencias mundiales como Serbia, Croacia y Francia, con todas sus figuras NBA, convirtió al Torneo de Córdoba en el certamen de preparación para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, más importante del planeta.
Y los cordobeses no se lo perdieron. Fueron y se sintieron parte. Sabían que estaban ante algo único. Llenaron el estadio cada una de las tres noches y bañaron de afecto a los jugadores argentinos y también a quienes nos visitaron. Los que nos visitaron de otros puntos del país no perdieron la oportunidad de sacarse una foto con los eternos Marcelo Milanesio y Héctor “Pichi” Campana. Mientras tanto, otras leyendas de la selección como Fabricio Oberto, Juan Ignacio “Pepe” Sánchez o Leandro Palladino se paseaban por el parquet, saludando a sus ex compañeros y recordando épocas gloriosas.
Si algo le faltaba a este combo perfecto, era que Argentina brillara en la cancha de la manera en que lo hizo, ganando los tres partidos y quedándose con el trofeo y todos los festejos.
Ahora, todos los ojos están en Río de Janeiro, en los Juegos Olímpicos y en el objetivo de ganar una medalla. Sin embargo, Córdoba ya ganó.