Fundamentación

Muchos de los valores básicos inherentes al deporte son compatibles con los principios necesarios para el desarrollo y la paz, las habilidades para la vida que se aprenden a través del deporte ayudan a empoderar a los individuos.  No obstante, el deporte es un reflejo de la sociedad y como tal, abarca al mismo tiempo algunos de los peores rasgos humanos, entre los que se incluyen la violencia y la discriminación.
En el caso de las mujeres que participan en el ámbito deportivo (niñas, adolescentes o adultas), la violencia toma diferentes formas, pero todas igualmente dañosas, por lo que, para que esos aspectos negativos no predominen sobre los positivos, es necesario que, las entidades deportivas asuman la responsabilidad de reconocer estas problemáticas.
Ello posibilitará abordar el diseño de medidas concretas orientadas a identificar, desnaturalizar y eliminar las situaciones marcadas por violencias; tarea en la cual, cumple un rol esencial, la dirigencia, el equipo docente, entrenadores/as, cuerpos técnicos, equipos médicos y staff de cada organización, para que todas las mujeres puedan ejercer su derecho al deporte en condiciones de seguridad.