- Del 2 al 6 de septiembre se realizó la décima edición de las Olimpíadas de la “Hermandad Malvinera”, un evento que reunió a 248 veteranos de guerra de toda la provincia y del país.
- Durante cuatro días, las instalaciones del Polo Deportivo Kempes y la localidad de Santa María de Punilla fueron los escenarios donde estos héroes volvieron a encontrarse, a través del deporte y la camaradería.
El cierre de las competencias estuvo marcado no sólo por las finales y la premiación, sino también por los abrazos y la emoción de aquellos que, gracias a esta iniciativa, pudieron reencontrarse con compañeros a los que no veían desde hace décadas.
Allí, al costado de una cancha o en torno a una mesa de truco, veteranos de diversos puntos del país se reunieron para competir, disfrutar y recordar su valiosa historia llena de tantos obstáculos superados.
“Para mí las Olimpiadas son todo”
Mario Martínez, oriundo de Lomas de Zamora, participó en las disciplinas de tiro y juegos de mesa y expresó lo conmovedor que fue volver a ver a sus compañeros luego de 40 años:
“Esta es mi segunda Olimpíada. Recién después de tanto tiempo volví a juntarme con mis compañeros. Esto fue muy fuerte para mí porque ellos me estuvieron buscando por años, querían verme. Son mis hermanos de Malvinas”. Emocionado, también agradeció a la provincia de Córdoba por la organización del evento: “Entrar al estadio, escuchar la banda tocar, fue algo inolvidable. Para mí, estas Olimpíadas son todo y ya estoy esperando la próxima edición. Esta es nuestra segunda casa”.
Reencuentros y deporte
Por su parte, el salteño Claudio Vidal Yapura, retirado como suboficial mayor del Arma de Ingenieros número 9, compartió una experiencia única al reencontrarse con uno de sus soldados, Luis Carrara, tras años de distancia. “El Bocha era un soldado de mi grupo, una excelente persona. Nos habíamos encontrado por primera vez en Río Cuarto, y ahora reencontrarnos aquí fue muy emocionante. Para nosotros, estar en un lugar emblemático como el Kempes es un verdadero orgullo”.
Carrara, oriundo de Laboulaye, también destacó lo significativo que fue participar en disciplinas como natación, básquet y vóley junto a su exjefe de grupo: “El primer día, cuando nos vimos con Claudio, no podíamos creerlo. Luego de compartir un pozo entre bombas, estar aquí es como un regalo de la vida. No nos olvidamos de los que quedaron, pero ahora podemos disfrutar de estos momentos haciendo deporte y compartiendo unos mates”.
Un cierre y la promesa de un nuevo encuentro
El evento, organizado por la Agrupación Veteranos de Guerra de Malvinas y Atlántico Sur con el apoyo de la Agencia Córdoba Deportes, fue mucho más que una competencia deportiva. Estos cuatro días permitieron a los veteranos no solo revivir su espíritu de lucha, sino también reforzar los lazos que los unen como hermanos de guerra.
De esta manera, 248 veteranos participaron en 17 disciplinas, incluyendo fútbol, vóley, natación y atletismo, entre otras. Además, pudieron disfrutar de los hermosos paisajes cordobeses, acompañados por sus familias, quienes fueron sus hinchadas, fotógrafos y pilares de apoyo emocional en cada una de las competencias.
Las Olimpíadas de la “Hermandad Malvinera” no solo celebran el espíritu deportivo, sino también la resiliencia y el compañerismo de aquellos que defendieron nuestra patria. Al finalizar, quedó claro que este evento ha logrado mucho más que reunir a veteranos para practicar deporte: ha mantenido viva una hermandad que busca trascender el tiempo y las distancias.
Córdoba, una vez más, se enorgullece de ser el lugar elegido para este reencuentro que toca el corazón de todos y cada uno, con el objetivo de promover espacios donde la hermandad Malvinera perdure durante muchos años más.