Con 17 años, es la deportista más joven de la delegación cordobesa. Junto a Macarena Ceballos, fue una de las primeras cordobesas en clasificar a París. Compitió en vela en sus primeros Juegos Olímpicos.
Chiara Ferretti empezó a forjar sus sueños en las aguas de Carlos Paz. Oriunda de esa ciudad, terminó inclinándose por el windsurf, en contrapartida del hockey. Tiempo después, los resultados respaldarían el camino tomado.
Con solo 16 años empezó a cosechar buenas actuaciones en el plano internacional, logrando su punto más alto al clasificar a los Juegos Olímpicos de París, tras una histórica actuación en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.
Junto a Macarena Ceballos, fueron las primeras confirmadas cordobesas que representarán al país en los JJOO.
- ¿Cómo te enteraste que fuiste una de las primeras confirmadas para participar de los Juegos Olímpicos, el año pasado?
- Yo me enteré hace poco, hablando con Penny, mi preparador físico. La verdad yo no tenía ni idea. Es un orgullo ser una de las primeras junto a ella – Macarena – para poder representar a la Argentina y quedar lo mejor posible.
- Volviendo a tus orígenes ¿Cómo fue que empezaste en el deporte? ¿Cómo fue tu acercamiento?
- Yo cuando era chica jugaba mucho al hockey. Al ser tan alta me empezó a agarrar escoliosis y tuve que dejar porque ya me estaba afectando un poco la salud. Mi papá hizo windsurf desde que yo tengo uso de razón y me empezó a gustar y le dije que me gustaría probar. La relación de padre-hija en los entrenamientos no va muy de la mano, porque por ahí o te peleas o pasan muchas cosas entre medio y te empezás a llevar un poco mal. Entonces mi papá me empezó a sacar para entrenar con gente que trabaja en el club y me empezó a gustar.
Su primer campeonato fue en Mendoza y finalizó tercera. Desde ahí comenzó a sentirse atraída por la competencia, y reconoce que es muy competitiva. Siguió haciéndolo y sin darse cuenta, llegó a este prometedor presente: “Nunca pensé llegar a esto, se fue dando de a poco”.
- ¿Cuál fue la primera competencia en donde vos te ves o proyectás, que lo que viene puede ser más grande?
- Yo creo que me hizo de muy chiquita el click cuando ya empecé a querer más. Por ejemplo, en Mendoza quedé tercera, pero yo ya empezaba a querer quedar segunda, primera. Me empezó a gustar mucho competir y hasta ahora, acá en Argentina, fueron todos primeros y segundos puestos. Quise seguir así y obviamente, una persona tan competitiva, no lo va a dejar ir tan fácil.
Sin lugar a dudas, el 2023 será un año con recuerdos muy significativos para Chiara Ferretti. Logró la medalla de bronce en los Juegos Odesur de Paraguay; el oro en la Youth League disputada en Potrerillos, Mendoza, y con sólo 16 años, terminó en la cuarta colocación a sólo tres puntos de la medalla de bronce, en los Juegos Panamericanos en la modalidad IQ Foil. Esta gran actuación le permitió obtener un lugar para los JJOO en París.
- ¿Cómo fue el proceso del año pasado, hasta llegar hasta hoy?
- Fui a los Panamericanos sin ningún tipo de expectativas, fui a disfrutar, a pasarla bien. Queríamos conseguir una plaza para los Juegos Olímpicos, pero no era uno de mis mayores objetivos y tampoco me estaban exigiendo todo el tiempo para poder conseguir eso. Había mucha ola, yo no estaba muy acostumbrada, me daba un poco de miedo, un poco de todo; una suma que me hacía navegar mal. Pero el último día me iluminó Dios y pude quedar cuarta. Después caí, pero realmente todavía no caigo que estoy yendo. Estuve muy cerca de conseguir una medalla en los Panamericanos, pero me quedo con las ganas para los próximos. Me fuí contenta con la clasificación.
- A partir de ahí. ¿Cómo cambió tu vida?¿Cómo te cambió esa clasificación y tener la cabeza puesta en los Juegos?
- La verdad que sí, cambió bastante. No tanto el tema del entrenamiento, de la preparación física, porque con Penny le estábamos metiendo bastante. Pero por ejemplo, para los Juegos hay que ir probando de todo, hay que ir cambiando de implementos. Son cosas distintas que hay que ir probando y obviamente, no sabemos cuál anda mejor, cuál anda peor. Entonces son más entrenamientos en el agua, más horas, tratar de descifrar cuál es el que va mejor – implemento- y cuál es más rápido.
- Sos la más chica de edad en la delegación ¿Clasificaste a los 16?
- Si. Hoy ya con 17 cumplidos.
- ¿Cómo llevás eso? ¿Qué expectativas que tenés para estos Juegos?
- Nosotros con mi papá siempre nos reímos porque casi siempre soy la más chica de la delegación, entonces mi papá me dice: “sos como la mascotita”. Yo siempre estoy con apoyo, siempre tengo gente que me está cuidando, me está viendo si estoy bien, si necesito algo. La verdad que estoy súper contenta y me gusta ser la más chica porque es como la más mimada.
- La familia en todo debe ser fundamental. Sabemos del acompañamiento, que siempre te están trayendo al Kempes, cuando estás entrenando en el agua también. ¿Cómo vivís ese apoyo?
- Mis papás están en todo, están apoyándome en todo momento. Yo creo que no sería posible nada de todo esto sin ellos. Mi mamá me trae al Kempes todos los días desde Carlos Paz, incluso deja de atender en su local para que yo pueda entrenar. Mi papá está viendo cómo puede mejorar las cosas, porque también navega, entonces tiene idea. Está todo el tiempo pensando: ¿Si ponemos esto? ¿Si modificamos esto otro?. Entonces me van ayudando en todo, junto a Martín Berardo, mi entrenador. Hacen un montón de sacrificios, cosas que dejan de lado y me pone muy contenta porque siento que tengo un apoyo y ellos nunca me exigen nada. Siempre voy contenta a dar lo que pueda y yo creo que es lo fundamental.
La windsurfista ya pudo hacer realidad el sueño de muchos deportistas: llegar a un Juego Olímpico. Se prepara ahora para enfrentar el desafío con la misma determinación y espíritu que ha sostenido hasta aquí. París 2024 es una oportunidad para mostrar al mundo su talento, su dedicación y el potencial de nuestro país en el escenario deportivo internacional.