Cerutti, siempre presente

El recuerdo de Carlos «Palo» Cerutti, en el Museo Provincial del Deporte

En mayo de 1987, la selección argentina de básquetbol se reconcilió con el éxito después de una sequía de casi una década y volvió a lo más alto del podio de una competencia internacional. Fue en Asunción, Paraguay, durante el 32º Campeonato Sudamericano, en el cual el equipo que conducía el portorriqueño Flor Meléndez obtuvo el título continental que no conseguía desde 1979.

En ese plantel, en el que se destacó el goleo del experimentado Carlos Romano, bien secundado por Esteban Camisassa y el lungo Luis González, había un par de proyectos cordobeses que apuntaban alto. Uno de ellos, Marcelo Milanesio, lo confirmó durante casi dos décadas. El otro, Carlos Cerutti, no pudo confirmarlo más allá de un par de años, a raíz de un maldito accidente automovilístico que le cobró la vida hace 30 años, el 3 de mayo de 1990.

Carlos Cerutti Selección

“Palito” era la gran apuesta del básquet argentino. Nacido en Morteros el 12 de febrero de 1969, truncó su carrera y su vida tempranamente, con apenas 21 años y una ya reconocida trayectoria como jugador de un Atenas multicampeón.

El Museo Provincial del Deporte del Kempes tiene el orgullo de poder exhibir algunas de sus pertenencias, atesoradas durante años por su madre, que tuvo el desprendimiento de poder entregarlas para convertirse en una de las atracciones del espacio dedicado a la memoria del deporte cordobés.

Precisamente el uniforme completo de aquella conquista con la selección, en 1987, está presente en el Museo. La camiseta Topper celeste que vistió el equipo nacional en aquella conquista, junto al pantalón y hasta las medias fueron aportadas por su familia, lo mismo que las zapatillas utilizada en su último partido, durante un Juego de las Estrellas. Y no sólo eso, en una de las paredes de los grandes ídolos, su casaca verde número 7 de Atenas quedó como testigo de sus últimos encuentros en el «Griego cordobés».

A 30 años de su desaparición física, el Museo del Kempes rinde homenaje a un jugador de leyenda. Y tal como cantó la tribuna de Atenas en cada éxito del club, todos sentimos que “Palito está presente”.